Y esto me lleva a reflexionar... a pensar sobre las decisiones que tomé y que estoy tomando hoy para con mi vida. Tal vez porque el otro día cumplí 24 años, y a pesar de que no soy viejo, ya no me siento para nada un adolescente (y con esto no quiero decir que no tenga actitudes de esa índole, simplemente que me siento distinto a lo que hace un año atrás me sentía). Y me pregunto... ¿Por qué la gente (incluyéndome) suele hacer cada vez menos cosas trascendentes? ¿Las
cosas importantes, los menesteres de los hombres niños... ¿Por qué nos seducen tanto? Digo, me choca que la gente no tenga en la cabeza que es mucho más valioso el cariño real de una persona, el tocar el corazón de álguien y marcarlo para toda su vida, etc. que 10 lucas verdes, tener blah, etc., no?
Como están las cosas, el que "no logra" es un forro, y el que es en verdad un forro juzga a los que "no logran". ¿Con qué derecho? O mejor aún, ¿qué tiene de mejor llevar adelante una empresa, o ser
exitoso ante un tipo que va a tocar la guitarra a un pub? Digo, ¿es tan difícil darse cuenta que la desigualdad es una tontería? Y no me refiero a la desigualdad económica, voy al plano superior. La desigualdad humana. Osea... todos tenemos alguna habilidad especial, algo en lo que somos buenos, que nos sale bien, que nos resulta sencillo y no por eso es algo poco difícil de lograr... Todos tenemos algo para dar. ¿Por qué nos acostumbramos a querer algo a cambio?
Yo creo, y no por convicción sino por experiencia, que si uno da lo que tiene sin pedir nada a cambio, las cosas vuelven solas, y aumentadas, mucho mejores. Porque uno atrae a otros que dan sin tampoco pedir a cambio nada. Tal vez una sonrisa, un "gracias", un abrazo. Nada más.
"Todo lo que no se da, se pierde."
El tiempo va pasando, nos vamos haciendo más viejos y sinceros, y a la final todos parecen darse cuenta que cuanto más "ordenado" y "respetando las reglas" se vive, cuanto más "perfecto" se quiere ser, menos valiosa es la vida que uno vive. Entonces tal vez deberíamos pensar un poco más no en
querer ser perfectos sino en
entender que ya lo somos.
Una persona
siempre es "perfecta"; en un momento determinado, la persona lo está haciendo lo mejor que puede. Lo importante es nunca creerse que uno no puede mejorar. Uno no hace las cosas mal, simplemente
podría hacerlas mejor, pero no está mal no hacerlas mejor. Y, en realidad, digo esto porque la realidad es que es algo en lo que ni deberíamos pensar el ser perfectos. Simplemente tratar de hacer las cosas de manera tal que uno esté bien y aquellos a los que pueda ayudar también... no hay mucho más misterio que eso, creo yo.
""La vida no se mide por el tiempo que respirás sino por los momentos que te dejan sin aliento."