Friday, June 30, 2006

Love

Es una joya rara, muy rara; es uno de los grandes misterios...

Ocurre muy ocasionalmente...
Casi tan ocasionalmente que uno a veces no está seguro si es lo que se siente, o si se trata de otra cosa otra cosa; pero cuando se siente, parece como si fuera la primera vez. Y cuando se va, parece como si esa vez hubiese sido la última.

Friday, June 02, 2006

Relativa sinceridad

Ok, te dejó tu chica/o. No entendés cómo; no podés comprender por qué. No existe en tu cabeza una manera lógica de poder enlazar la vez anterior que se vieron, que estaba todo más que bien, con el fatídico ahora, en que con un "Estoy confundid@"/"En realidad no me pasan cosas fuertes"/"No quiero una relación con vos" destruyó los cimientos de la noción de pareja que, paradójicamente, esa misma persona había ayudado a asentar con un maravilloso "Necesito que me quieras para siempre"/"Lo nuestro nunca se va a terminar".

Luego del duelo necesario para analizar la situación con una mínima claridad mental, invariablemente llegás luego de pasar por infinitos casos probables, a dos escenarios posibles: o te mintió al principio, o te mintió al final, pero en algún lugar te mandó fruta, y eso no podés bancartelo.

Porque, claro: "¿Qué onda? ¿No era que me ibas a querar para siempre? ¿No fuiste vos el/la que me perjuró su amor eterno, sin que yo te lo pidiera? ¿No estabas totalmente loc@ por mí? ¿Y ahora me decís que en realidad nunca te pasaron cosas fuertes? Ok, me estás mintiendo re mal, ¿entendés? O antes, o ahora, pero en algún lugar me cagaste." Si uno lo piensa así, no es posible que la otra persona no haya mentido, porque una acción contradice a la otra, entonces uno de los dos discursos deben ser falsos.

Ahora, una forma de abordar esta situación es la siguiente...


Recordá cuando eras más chico, alguna vez que probaste algo delicioso... la primera vez que lo probaste. Pongamos como ejemplo la Vauquita, esa golosina maravillosa(que ahora, extrañamente, pasó a llamarse Vaquerita, pero me gusta más el nombre anterior). Cuando probaste la Vauquita por primera vez, lo primero que pensaste fue "¡Cómo comería esto todo el día!¡Podría vivir sólo comiendo esto y tomando coca-cola!" Lo cierto es que en ese momento realmente lo sentiste con todo tu ser, realmente querías tener una provisión infinita de Vauquita. Ahora, seguro que si por arte de magia aparecía adelante tuyo un container de Vauquita, casi seguro que después de la número 8 parás porque ya te empalagaste, y tal vez hasta te empieza a dar un poco de asco. Y más seguro es que durante un tiempo prudencial no volverías a probar una Vauquita.

¿Mentiste cuando exclamaste que querías comer para siempre eso? No. ¿Cuando sentiste que no podías comer ni uno más? No. Entonces...

Tal vez él/ella no te mintió, sino todo lo contrario. Tal vez simplemente se sació y hasta se cansó de algo que supuso que le iba a gustar para siempre...

Por lo general las personas que pasan/pasaron por esto son aquellas que cuando dicen "Para siempre" realmente tienen una actitud de comprometerse con convicción, no matter what. Después están las personas que cuando dicen "Para siempre" en realidad están diciendo "Por ahora", pero no me siento demasiado identificado con ellas.

Sí creo que, sea cual sea el tipo de persona que seas, tiene onda ser un poco consciente con lo que uno dice/hace, en especial en lo afectivo, porque para la otra persona puede querer decir algo un poco distinto; ir por ahí rompiendo corazones te va a dar un karma bastante bajón.