Friday, June 08, 2007

Perfecta imperfección.

Es curioso cómo la gente vive su vida, en particular aquellas personas más convencidas de "tener en claro" hacia dónde y cómo la llevan. Planifican sus días, sus semanas, de aquí a fin de año, de aquí a 5 años. Y durante el transcurso de cada plan, agregan más y más cosas, mil y una ocupaciones. La gente se vuelve más ocupada, más importante. Tiene muchas cosas importantes de qué ocuparse, muchas responsabilidades y obligaciones con las qué cumplir. Y lo loco es que, al menos en mi caso, siendo joven uno piensa que el mundo está loco, que es totalmente descabellado llevar una vida a 200km/h, y el mundo mientras tanto se va ocupando de subirte la velocidad sin que te des cuenta. Y así cuando te querés acordar, entre los que ya van rápido, los que van más adelantados y lo que te metieron en la cabeza desde que naciste, todos juntos lograron ponerte también a 200 km/h. Y cada vez uno se obsesiona más con tener logros, con destacarse y hacer las cosas perfecto, sin lugar a error. Un error representa fallarse a uno y a aquellos que tienen expectativas en uno.

Ahora, yo me pregunto... ¿Es sabio esto? ¿Es saludable, aun natural encarar la vida de esta manera? Mi forma de ser y de pensar me tiran más a estar siempre recordando lo que dijo una vez Buda. Y la verdad es que cuando uno se pone a charlar con gente grande, con quienes ya saben que están en su recta final, es como que todos coinciden en el mismo pensamiento. Y encontré un texto muy hermoso que lo describe muy bien:


"Si pudiera vivir nuevamente mi vida
en la próxima trataría de cometer más errores,
no intentaría ser tan perfecto, me relajaría más,
sería más tonto de lo que he sido.
De hecho, tomaría muy pocas cosas con seriedad,
sería menos higiénico.

Correría más riesgos, haría más viajes,
contemplaría más atardeceres, subiría más montañas,
nadaría más ríos, iría a más lugares a donde nunca he ido.
Comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales

y menos amigos de los imaginarios.

Yo fui una de esasa personas que vivió sensata
y prolíficamente cada segundo de su vida.
Claro que tuve momentos de alegría,
pero si pudiera volver atrás, trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no los saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos, no te pierdas el ahora.


Yo era de esos que no van a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas.
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano;
si pudiera volver a vivir, comenzaría a andar descalzo
a principios de primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo."

Adjudicado erróneamente a Jorge Luis Borges

Y esto me lleva a reflexionar... a pensar sobre las decisiones que tomé y que estoy tomando hoy para con mi vida. Tal vez porque el otro día cumplí 24 años, y a pesar de que no soy viejo, ya no me siento para nada un adolescente (y con esto no quiero decir que no tenga actitudes de esa índole, simplemente que me siento distinto a lo que hace un año atrás me sentía). Y me pregunto... ¿Por qué la gente (incluyéndome) suele hacer cada vez menos cosas trascendentes? ¿Las cosas importantes, los menesteres de los hombres niños... ¿Por qué nos seducen tanto? Digo, me choca que la gente no tenga en la cabeza que es mucho más valioso el cariño real de una persona, el tocar el corazón de álguien y marcarlo para toda su vida, etc. que 10 lucas verdes, tener blah, etc., no?

Como están las cosas, el que "no logra" es un forro, y el que es en verdad un forro juzga a los que "no logran". ¿Con qué derecho? O mejor aún, ¿qué tiene de mejor llevar adelante una empresa, o ser exitoso ante un tipo que va a tocar la guitarra a un pub? Digo, ¿es tan difícil darse cuenta que la desigualdad es una tontería? Y no me refiero a la desigualdad económica, voy al plano superior. La desigualdad humana. Osea... todos tenemos alguna habilidad especial, algo en lo que somos buenos, que nos sale bien, que nos resulta sencillo y no por eso es algo poco difícil de lograr... Todos tenemos algo para dar. ¿Por qué nos acostumbramos a querer algo a cambio?

Yo creo, y no por convicción sino por experiencia, que si uno da lo que tiene sin pedir nada a cambio, las cosas vuelven solas, y aumentadas, mucho mejores. Porque uno atrae a otros que dan sin tampoco pedir a cambio nada. Tal vez una sonrisa, un "gracias", un abrazo. Nada más.

"Todo lo que no se da, se pierde."

El tiempo va pasando, nos vamos haciendo más viejos y sinceros, y a la final todos parecen darse cuenta que cuanto más "ordenado" y "respetando las reglas" se vive, cuanto más "perfecto" se quiere ser, menos valiosa es la vida que uno vive. Entonces tal vez deberíamos pensar un poco más no en querer ser perfectos sino en entender que ya lo somos.

Una persona siempre es "perfecta"; en un momento determinado, la persona lo está haciendo lo mejor que puede. Lo importante es nunca creerse que uno no puede mejorar. Uno no hace las cosas mal, simplemente podría hacerlas mejor, pero no está mal no hacerlas mejor. Y, en realidad, digo esto porque la realidad es que es algo en lo que ni deberíamos pensar el ser perfectos. Simplemente tratar de hacer las cosas de manera tal que uno esté bien y aquellos a los que pueda ayudar también... no hay mucho más misterio que eso, creo yo.

""La vida no se mide por el tiempo que respirás sino por los momentos que te dejan sin aliento."