Men mistreated

A suerte de introducción, quiero decir que yo soy un convencido de que el Amor (sí, con mayúscula) es algo real, algo vivo, y el motor verdadero de nuestras vidas. Que sí creo en que el milagro puede ocurrir entre dos personas, y que es lo único por lo que realmente, en última instancia, siempre vale la pena vivir.

A pesar de esto, y de que no creo en las máximas machistas ni feministas, lo cierto es que la realidad y mi experiencia en el campo de los afectos me muestran reiteradamente que las cosas no son como las canta el juglar, sino que hay una gran porción de la que nos enteramos cuando enfrentamos la vivencia.

Esto son fragmentos de un libro que leí casualmente hace muy poco. A pesar de tener cosas tal vez extremistas, debo confesar que mi conclusión es que el libro refleja una realidad horrorosamente cierta para los hombres románticos; pero más vale saber cómo son las cosas, si feas, que creer que están buenas.

Sin más:

El principal error que comete el hombre enamorado es pensar con el corazón en lugar de pensar con la mente. Y cuando pensamos con el corazón llegamos a conclusiones erróneas siempre.

Lamentablemente necesitamos tener la mente despejada e intentar usarla de la mejor manera para hacer de ella nuestra mejor aliada.

El dolor a veces no nos deja pensar y nos requiere una solución inmediata. Pero si no pisamos la pelota, levantamos la cabeza y miramos el campo de juego, seguramente perderemos el balón o enviaremos nuestro remate a la tribuna.

A continuación veremos algunos casos que debemos tener en cuanta para alcanzar nuestros objetivos.

El verdadero objetivo:

Cuando nuestra novia nos dejó creemos que el objetivo que debemos cumplir para estar bien es recuperarla. Ese el primer error que cometemos al pensar con el corazón. Lo que debemos lograr no es que nuestra novia regrese. Lo que debemos lograr es volver a sentirnos bien. Con ella o sin ella.

Tratar de convencerla:

Tené en cuenta que una mujer no regresa con un novio al cual abandonó porque éste le insista o le diga que la quiere. Para que una mujer regrese con un novio que abandonó tiene que sentir que es ella la que lo quiere a él.

No tiene ningún sentido que tratemos de despertar sentimientos en ella por medio de la declaración de nuestros propios sentimientos. Si ella no quiere estar a nuestro lado por X motivos y nosotros le decimos la maravillosa frase “Pero yo te quiero...” la lógica respuesta de ella debería ser “Ya se que vos me querés… y la verdad es que no me importa…¿o no se nota?”. Pero claro, como no les desagrada tenernos ahí cerca alimentándoles el ego, no nos la dicen.

Como decíamos antes para que una mujer regrese con un novio que abandonó tiene que sentir que es ella la que lo quiere a él. Y para que ella se de cuenta de que te quiere tiene que sentir que no te tiene.

Si tratás de convencerla con palabras, ruegos y declaraciones de amor la vas a alejar cada vez más.

Ella te dejó, pero…¿te perdió?

Cuado una mujer nos deja… o nos dice que está confundida y que necesita tiempo, generalmente tratamos de no alejarnos de ella. Intentamos mantener una amistad o cualquier tipo de contacto. Por lo tanto ella sentirá que nos sigue teniendo a pesar de haberos dejado.

Es por eso que en todos los casos en que una mujer deja a un hombre en ese site recomendamos como paso fundamental “DESAPARECER” de su vida. Si ella nos dejó tiene que sufrir las consecuencias de no tenernos. Esa es la única manera de que sienta la necesidad de volver. Si ella está al tanto de todo cuanto hacemos, si le hacemos saber que nos sigue teniendo disponibles, si tiene información acerque de lo mal que estamos por ella y que no tenemos ninguna otra mujer ni siquiera en vista, vamos por mal camino.

Pero… ¿y si me alejo y la pierdo definitivamente?

Seguramente tendrás miedo de hacer caso al ítem anterior pensando “¿Y si hago eso y la pierdo? y ¿Y si se olvida de mí?”

Primero, no se puede perder algo que no se tiene y segundo tu objetivo es recuperarla y no que ella “te recuerde”.

Recuperarla u olvidarla:

El método de “desaparecer” sirve tanto para intentar recuperarla como para intentar olvidarla. Como vimos antes si ella sigue estando en contacto con nosotros no tendrá la necesidad de volver. Peo hay que tener en cuanta que en algunos casos las mujeres no quieren volver de verdad. Y hagamos lo que hagamos no vamos a conseguir que regresen. Tal vez porque se enamoraron de otro, o porque siempre nos mintieron y en realidad nunca nos quisieron un carajo, o por lo que sea. En esos casos también funciona a nuestro favor desaparecer, porque comenzarán a vivir la vida sin ella, lo cual les aseguro que aunque crean que no, es posible

¿Era la mujer de tu vida?

Decís que era la mujer de tu vida. Pero…. ¿De verdad crees que puede ser la mujer de tu vida una mujer que tal vez te engañó durante un tiempo para después dejarte por otro?

¿O que te dejó simplemente porque sí, importándole muy poco perderte?

¿Puede ser la mujer de tu vida alguien que simplemente piensa en ella y que no le importa nada de lo que a vos te suceda o de lo que vos puedas sentir?

Si crees que esa era la mujer de tu vida o tenés muy pocas expectativas de vida o definitivamente, estás equivocado.

Quiero que ella cambie.

Entonces no la querés a ella. De lo que estás enamorado es de una imagen de ella que te hiciste en tu cabeza. Si lo que querés es transformar a ella en algo diferente ¿Qué es lo que querés de ella entonces? ¿No sería mejor entonces asumir que ella no es lo que quieres y quedarte libre para darle paso a la llegada de la mujer que realmente llene tus expectativas sin necesidad de cambiar?

Yo quiero vengarme:

No te equivoques. Vos ahora tenés una mezcla de dolor y bronca. Vito Corleone en el libro “El Padrino” dijo una fase muy cierta: “La venganza es un plato que sabe mejor cuando está frío”.

SI vos ahora tratás de vengarte como sea lo más probable es que la venganza te salga mal y quedés como un resentido. Además. ¿qué ganarías con que ella te tenga odio? ¿Eso te acercaría a tu objetivo ya sea esta recuperarla o recuperarte?

¿Querés vengarte de ella? OK, pero espera a que todo se enfríe. Lo vas a disfrutar más y hay más posibilidades de que te salga mejor.

Yo solo quiero usarla para tener sexo de vez en cuando:

¿Para tener sexo con ella de vez en cuando? Tener sexo sale unos 40 pesos. También hay petes por 15… dejémonos de joder.

Vos no querés tener sexo con ella de vez en cuando.

Vos querés recuperarla. Vos querés que ella te quiera y que te lo diga.

Vos querés ser novio de ella como antes.

Si te engañás a vos mismo diciendo que querés otra cosa diferente a la que realmente querés nunca vas a encontrar el camino indicado.

Ejercicio para usar la mente en nuestro beneficio:

Te propongo un ejercicio: Imaginate que esto que te está pasando no te está sucediendo a vos sino a un amigo tuyo que viene a pedirte un consejo. ¿Qué le aconsejarías hacer?

Esta es una forma de salirte del problema y verlo desde afuera para poder pensar con la mente y no con el corazón.

Pero cuidado: No te engañes a vos mismo al darte esa respuesta.

El libro de donde saqué estos fragmentos se llama Mi novia, es de Fabio Fusaro, y el texto este está también en su sitio oficial.

Quiero aclarar que mis convicciones tienden a creer que la gente (en este caso particular, las mujeres) no son así de garcas, y por lo tanto no comparto totalmente con algunas cosas del libro, pero debo confesar que me llegó muchísimo y que habla muy ciertamente de lo que vivimos los hombres ante un desamor.

El tiempo de los no-filósofos

Hoy recordaba el libro El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder, y me detuve sobre una parte que me quedó muy grabada cuando lo leí, que decía algo como:

"El único requisito para ser un filósofo es tener capacidad de asombro; es poder quedarse boquiabierto y asombrado frente a la vida."

...y me puse a pensar un poco sobre eso...

Me vino a la cabeza mi abuela, cuando con expresión de estupor y voz de asombro y desesperación me comentó sobre unos chicos sentados en el zaguán de su casa sobre drogas, abierta y desinhibidamente, y ella oía lo que decían y no podía creerlo. También me fueron presentes momentos en que casi no podía manejar una necesidad ulterior de transmitirme lo bellos que están los pimpollos de los jazmines de su patio, o lo preciosa que estaba tal modelo en la última nota que le hicieron en la revista Gente.

Luego me vino a la cabeza mi vieja, en momentos como cuando está con un bebé, jugando con los perros, o disfrutando de una de las exquisitas comidas que prepara mi viejo. Y también la recordé no demasiado atónita en situaciones como las de tratar con situaciones adversas como asistir a una persona gravemente accidentada, plantarse frente a una comisaría repleta de ineptos para hacer valer sus derechos sin que le falten el respeto o llendo a hacer trabajo de asistencia social a una villa.

Luego pensé en mí, y en qué cosas me han dejado sin aliento en mi vida. Si bien hay en mi memoria muchos recuerdos increíblemente asombrosos, no son tantos aquellos en que verdaderamente me he quedado "...boquiabierto y asombrado..." . Y me doy cuenta que esos momentos son cosas muy personales, como ese beso por el que se ha estado esperando por años y finalmente se da, o estar en un escenario junto a tus amigos haciendo vibrar una audiencia, o estar frente a una clase en la universidad.

Sin embargo hay cosas que siendo asombrosas, no me asombran. En el cine, ver dinosaurios luchando contra simios gigantes mientras un hombre combate un ejército de máquinas desde dentro de un mundo virtual, al tiempo que caen ranas del cielo sobre naves alienígenas que destruyen ciudades enteras en un abrir y cerrar de ojos...
Músicos que interpretan piezas complicadísimas con sus ojos vendados y tifones que dejan sin hogar a cientos de miles de personas, mientras un presidente demente bombardea poblaciones civiles al otro lado del mundo, al tiempo que sus seguidores prohiben a un músico hacer un show en su ciudad porque su música "atenta contra la moral"...

Y veo que esto se repite en muchísima gente de mi edad, y se ve más pronunciado en gente más joven.

Mi conclusión es que la gente que tiene menos de 20 años (más o menos, hay grises che) forma parte de una generación como ninguna otra existió hasta ahora, en la que una masacre armamentística, videos de mujeres teniendo sexo con animales, el último disco de tu banda favorita, bibliografía prohibida por las órdenes religiosas y toda la información sobre la última droga de moda son tan accesibles que lo único que es necesario para obtenerlos son 3 clicks del mouse de tu computadora hogareña, o cambiar un par de canales en tu TV.

Hay tanto acceso a material tan heterogéneamente bizarro e impactante que la juventud ya viene "curada de espanto". Cuando yo tenía 10 años la joda era juntar coraje a ir a comprar la Playboy al kiosko de revistas, y rogar que el tipo no le cuente a tus papás. Hoy a los 10 ya viste tetas de todos los tamaños y colores, y todas las posiciones del kamasutra te las sabés de memoria.

Entonces... cada vez hay tanta verborragia y sobresaturación de información disponible que la gente cada vez se insensibiliza más a estas cosas, y todo -las peores tragedias y los más brillantes logros- parece algo cotidiano y fútil.

Claro que hay que tener en cuenta mil y una cosas más... el país donde vivimos, que más que brindarte posibilidades de proyectos futuros es un desafío de a ver cómo va uno a terminar arreglándoselas para no pasarla peor de lo que está ahora, y mil otras cuestiones más, pero quería centrarme en lo anterior porque conozco un puñado de personas dentro de esta franja de edad cuya educación y condinciones de crianza los mantuvieron ajenos al acceso irrestricto a esta disponibilidad de información y veo en alguno de ellos capacidad de asobmbro, valga la redundancia, asombrosa. Vivir cada bocado de una cena como si fuese el último de tu vida, volver de un viaje de una semana y abrazar con mucho amor un instrumento musical, ojos llenos de luz ante una conversación corriente...

Entonces... ¿nos estaremos olvidando de cómo ser filósofos? Si bien existen muchas cosas que nos dejan anonadados, son cada vez más reducidas en número, y casi se resumen exclusivamente a experiencias emotivas y personales. Claro que el asombro en sí es eso, una experiencia emotiva y personal, pero creo que poder ser receptivo frente al mundo exterior para que el mismo penetre en nosotros y nos cause esas sensaciones es una virtud que se está perdiendo, y que deberíamos tener en cuenta como algo que no deberíamos dejar morir porque
lo más hermoso de la vida son esos momentos en que uno se da cuenta que no entiende absolutamente nada de lo que está sucediendo, y sin embargo nada podría ser tan maravilloso como el presente.

"La vida no se mide por el tiempo que respirás sino por los momentos que te dejan sin aliento."