Wednesday, July 19, 2006

La importancia de uno mismo

Hoy me estuve maileando con un querido amigo mío acerca de cómo la gente suele quejarse de los problemas de la sociedad como algo que es externo a ellos, sin tomar parte como miembros del problema y, por consiguiente, únicos posibles artífices de la solución al mismo.

El tema surgió porque ante un artículo sobre la pobre inteligencia de los gobiernos en tiempos de crisis y cómo los gobernantes tienden a remar en contra de la corriente de la racionalidad, aún cuando esto asegure la derrota de los intereses. Frente a esto surge un comentario sobre si habrá o no crisis de valores en la sociedad.

Y yo digo:

No hay crisis de valores, hay una inconsistencia en la claridad individual de aquellos que conforman a los gobiernos. Los seres humanos de edad superior a los 30 años casi en su totalidad se olvidan quiénes son en realidad, y creen que son aquello para lo que fueron educado. Quienes conforman las instituciones gubernamentales no actúan como seres humanos, sino como presidentes, ministros, diplomáticos, etc, y todo lo que dichos títulos implican. El mismo hombre que durante la mañana es presidente de una nación y se viste sobriamente y le habla a todas las personas con una expresión de seriedad -porque un rostro serio quiere decir que se habla de algo importante; y las cosas importantes en el mundo de los adultos no son divertidas ni coloridas, sino serias- es quien cuando vuelve a su casa se pone a juguetear con su perro como un niño de diez años y el mismo que cuando va a lavarse la cara al tocador hace muecas frente al espejo.

Todas estas personas, quienes conforman estos gobiernos, actúan como se espera que lo hagan, y no como realmente sus sentimientos, sentido común y conciencia espiritual les dicta, porque va en contra de la manera en que fueron condicionados.

Todo el mundo sabe, por sentido común, que lastimar a otra persona es algo que no tiene mucha onda. Sin embargo, en tiempos de guerra, el hombre que mata a un enemigo es un héroe; cuando sean tiempos de paz esa misma persona será condenada como un asesino.

Básicamente vivimos en un mundo en el que los dueños se dedican a reaccionar en lugar de accionar. Una reacción es algo pobre, algo feo. Hay una situación y se hace algo para lograr algo de ella; si no hubiera existido dicha situación no hubiera habido reacción. Una acción es algo total, algo completo, algo hermoso. Una acción surge de la nada, de lo más profundo del corazón humano, y no tiene ningún fin más que el hecho de hacerse, de existir. Los economistas reaccionan ante indicadores estadísticos para decir un montón de cosas sobre otro montón de cosas que nadie entiende muy bien, a pesar de creer lo contrario; los artistas ejercen su arte porque no pueden vivir sin hacerlo, se sentirían muertos.

Los equivocados somos todos, porque a todos nos educaron(condicionaron) para pensar como el resto. Aquellos que se dan cuenta de toda esta gran broma son los que están más cerca de lo cierto... Y aquellos que abrieron realmente los ojos son los que llamamos sabios... algunos les dicen Locos Lindos.

Qué bueno que los de la NASA pensaron un poquito y en lugar de poner los discursos de Nixon en el disco dorado del Voyager pusieron Johnny B. Goode de Chuck Berry. Creo y espero que todos tengamos en claro por qué una canción de rock and roll es más beneficiosa para la humanidad que un presidente norteamericano como Nixon.

Yo me canso un poco de escuchar "Hay crisis de esto, hay crisis de aquello" por quienes son los propios responsables de dichas crisis. Además, cuando uno dice "Hay crisis de valores" es como que lo está tercierizando, como que habla del problema como algo ajeno a uno, cuando es todo lo contrario. Se habla de crisis como una circunstancia de la sociedad, no como una consecuencia de las acciones de cada indivíduo.

Yo soy un convencido de que la única manera de lograr un mundo mejor es siendo mejor persona uno, y trantando de ayudar a los demás en lo que se pueda a que sean mejores personas. No vamos a ser mejor humanidad escuchando a los políticos, a los economistas, a los que "saben"... Lo único que "saben" hacer es llevarnos a donde nos han llevado... el mundo debería estar dirigido por artistas, filósofos, científicos... no por sacerdotes, presidentes ni ministros...


Y termino con algo que hoy me dijo Albino Gómez:

"La única verdadera revolución que podemos hacer es la personal, la nuestra, en nosotros mismos. Aun modestamente, nuestro propio cambio puede ayudar a cambiar a los que tenemos cerca."



En serio... Lo más importante, y lo único que puede hacer la diferencia somos cada uno de los que vivimos en este planeta tan hermoso. Queda en nosotros.

Thursday, July 06, 2006

Zen

Zen












El domingo tuv
e una experiencia a la que hacía bastante tiempo le tenía ganas: zazen.
Las ganas de esta práctica tienen su origen en las distintos tipos de meditación que practiqué hasta ahora, y la atracción que siento por lo oriental. Cuando se encuentran ambos caminos, irremediablemente surge la cuestión del Zen.
Pero en particular, tomé la decisión de algún día realizar zazen desde que vi la práctica en la película Un Buda. Me interesó mucho la simpleza y consistencia de la disciplina, algo tan sencillo como sentarse en un almohadoncito y meditar. Nada más. Y lo que realmente pasa en el dojo es justamente eso, no hay mucha más ciencia.
Finalmente, hace poco leí Zen en el arte del tiro con arco de Eugen Herrigel y terminé de determinarme a pasar por esta experiencia. Les cuento un poco de qué se trata:

La "ceremonia" comienza con unos golpes en un cuenco onda tibetano, que hace un sonido hermoso y profundo. El mismo marca el comienzo de la meditación. Desde ahí son alrededor de 40 minutos en postura de zazen. En determinado suena nuevamente el cuenco y todos se paran y comienzan a caminar en el sentido de las agujas del reloj MUY lentmente. Estoy hablando de un paso muy corto cada más o menos 10 o 20 segundos. En algún momento suena el cuenco y se termina de dar una vuelta alrededor del dojo a velocidad normal. A esto le sigue otra tanda de 40 minutos en zazen seguida de un nuevo sonido del cuenco. Luego, mientras el director de la "ceremonia" recita un sutra y otro golpea una especie de tamborcito, los presentes hacen unas reverencias. Luego se repite un sutra nuevamente y la sesión se da por terminada. Se sale del dojo con una reverencia y se deja el zafu con los demás. Fin.

El lugar es el dojo Deshimaru; es la casa del responsable del dojo, Toshiro Yamauchi (que casualemente hace de maestro zen en la película que mencioné más arriba). A veces al final de las sesiones dice algunas cosas interesantes.

Realmente me gustó la experiencia, hoy miércoles (bueno, en realidad ya es técnicamente jueves) volví al dojo a las ¡¡6:50 am!! para zazen tempranero. Esta vez me costó más, y eso que la primera vez fui habiendo dormido 3 horas, después del Asbury... Lo cierto es que me estoy enganchando y tengo muchas ganas de volver, tal vez el finde.




Pero entonces... ¿qué es zazen?
Como realmente no sé casi nada al respecto, no debería intentar contestar esta pregunta, pero a fines didácticos y blogeriles, voy a dar una pequeña explicación usando palabras que saqué de varios textos de personas que sí saben.

Zazen es la meditación Zen. Za significa sentarse; zen significa concentración de espíritu.

Zen no es una religión, no es una filosofía, no es una doctrina. Zen es Zazen.




"¡Zazen es sentar el culo en el zafu!"

Toshiro Yamauchi



El Zen es una semilla que nació en la India, en las manos de Gautama Buda. Gautama Buda entregó dicha semilla al único de sus discípulos que la comprendió con totalidad, Mahakashyapa. Pero India es un país introvertido, donde todo va hacia adentro, donde lo exterior no tiene sentido, es un sueño. Y una semilla es algo introvertido, pero una flor no, es extrovertida, es hacia afuera, es hermosa estéticamente, y necesita un punto intermedio para que la semilla germine. Ésa fue la contribución de Bodhidharma.
Bodhidarma llevó la semilla de Buddha a China, donde la ideología Confucianista había creado un a tierra de cultivo muy generosa, justo la que la semilla necesitaba para abrirse, echar raíces y crecer. En China la semilla se convirtió en un hermoso y gran árbol. El Budismo creció mucho en China, pero el árbol no florecía, faltaba el paso final.
Rinzai fue quien llevó a Japón la misma llama que había llevado Bodhidarma de India a China. Luego de haber adquirido la fragancia de Confucio y del Tao, en Japón ocurrió el milagro. El zen floreció. El mestizaje tuvo suna manifestación colosal. El zen, desde sus comienzos con la risa de Mahakashyapa, había hecho un largo viaje, había llegado muy lejos. En su viaje acumuló muchas manifestaciones, revelaciones y métodos nuevos. Finalmente, Japón resultó ser la cumbre. Y la cumbre consistió en que, para encontrar la verdad, todo se puede utilizar. Un guerrero puede incluso utilizar su espada en la lucha contra otro guerrero; no necesita sentarse a meditar. El arquero puede encontrarla en su arco; el pintor, en su pintura; el escultor, en su escultura.

En Japón, donde todo lo externo es venerado, donde la gente se viste con los colores de las flores, se estudian los movimientos de cada arte hasta el más mínimo detalle, donde se persigue la perfección de la forma; fue en Japón donde ocurrió el florecimiento.

La flor del Zen.


"Únicamente una vez en toda la historia de la conciencia humana se ha desarrollado algo como el Zen. Es extraordinario"


Osho